No podemos permanecer más tiempo callados
Las últimas medidas anunciadas por el Presidente del Gobierno no dejan títere con cabeza. Y nunca mejor dicho, ya que tratan a los ciudadanos como títeres en manos de políticos, banqueros y esos maleantes ocultos conocidos como “los mercados”.
No se salva nadie; desempleados, pensionistas, contribuyentes…
Pero el chivo expiatorio preferido por el gobierno son los empleados públicos. Nos han convertido en los judíos de la Alemania nazi, en los parias del mercado laboral. Somos odiados, envidiados y vilipendiados por medios de comunicación de todo pelaje, por las instituciones europeas, por nuestros propios ministros (Sr. Montoro) y nuestros Secretarios de Estado. (Sr. Beteta)
Quieren que paguemos la mayor parte de lo que han robado unos y otros y además que nos sintamos culpables por habernos esforzado en aprobar una oposición, y por haber conseguido un trabajo de mil eurista.
SGTEX, como sindicato comprometido con los trabajadores públicos, no pretende, como otros, erigirse en interlocutor social defensor de causas políticas o humanitarias, por muy loables que puedan ser. Nuestra función y labor debe centrarse en la defensa concreta de los trabajadores de la función pública, objetivo ya de por si suficientemente complejo y difícil, dado el entramado de intereses políticos y económicos que envuelve la negociación colectiva, entre unos sindicatos y unos partidos políticos comprometidos y mezclados entre sí, lo que vicia cualquier representación y defensa real de los trabajadores.
No obstante, la situación es desesperada. No caben recriminaciones o buscar responsables entre la casta sindical vendida a los partidos.
HAY QUE REACCIONAR. HAY QUE MOVILIZARSE. No podemos permanecer impasibles ante los que roban nuestros derechos sociales y laborales y para colmo nos criminalizan.
SGTEX, apoya y secunda cualquier acto, movilización, o protesta contra la imposición de las medidas anunciadas por el gobierno. La convoque quién la convoque. Y anima a todos sus afiliados y simpatizantes, y a todos los trabajadores en general a participar en estos actos a fin de demostrarle al gobierno, a los medios de comunicación, y a la sociedad en general, que no estamos dispuestos a soportar este linchamiento moral, que nos desprestigia como trabajadores, y nos empobrece como ciudadanos.